Un cheque al portador, es un cheque que se emite sin un destinatario específico, puede ser cobrado por la persona que lo tiene.
El artículo 111 de la Ley de Cambios y Cheques (Ley Nº 19/1985 de 16 de julio). Prevé la posibilidad de llenar un cheque «al portador».
El tenedor de un cheque al portador se considera como el beneficiario legal, y por tanto es la persona que tiene derecho a recibir el cheque y emprender las acciones legales correspondientes en caso de impago.
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Quien y como puedo cobrar un cheque al portador
Un cheque al portador puede ser entregado a cualquier otra persona por la persona que lo posee, solo necesita entregárselo. Cuando pasa esto, el nuevo portador del cheque se convertirá automáticamente en la persona con derecho a cobrarlo.
El banco pagará el cheque en efectivo (en ventanilla) o, transfiriéndolo a la cuenta bancaria de cualquier persona que se presente cobrarlo.
Aunque el cheque al portador sea un cheque cruzado, es decir, que tenga dibujadas dos líneas en su anverso. Cualquier persona que lo tenga en su poder puede cobrarlo. La única diferencia es que no podrá cobrarlo en efectivo en la ventanilla del banco, sino que, debe transferir el dinero del cheque a una cuenta bancaria a su nombre.
¿Qué pasa si pierdo un cheque al portador?
Si el cheque se pierde o es robado, podemos acudir a un juez para evitar que se les pague a otros, canjear el cheque y reconocer nuestros derechos sobre él.
La ley permite al titular del cheque tomar todas las acciones necesarias para proteger sus derechos. Incluido el pago de cheques perdidos o depósitos judiciales, siempre y cuando se haya depositado la fianza fijada por el juez.
Si una persona es privada de un cheque, la persona que obtuvo el cheque por medios indebidos (como robo o apropiación indebida) no es su tenedor legal. Pero, si lo entrega a otra tercera persona que lo posea de buena fe. Será considerado como el legítimo propietario a este último, y estará protegido como un tercero de buena fe.
Ejemplo de un cheque al portador
